sábado, 28 de enero de 2012

Amanecer

 


" El aceite borbotea en la sartén.


Allí he echado dos alcachofas acuchilladas.


He convertido a esas flores antiguas en corazones abiertos,


en carne viva.


Me he dedicado después a esperar que largaran la sangre


o el sudor, según se mire.


Luego he reducido una cebolla grande y llena de luz,


a polvo, a jugo, a numen.


Y otra vez he llorado.


Pero tan poca cosa no me amedrenta.


Me zambullo, con el jugo y las lágrimas, en el aceite hirviente


y cuando todo se impregna, paso una lluvia de arroz


de la caja a mi mano y de mi mano a la sartén


en donde bullen los zumos del dolor y de la dicha.


Y puedo esperar que los granos se hinchen.


Sé que soportarán ( igual que yo )


una hinchazón tres veces superior a su tamaño.


Sólo hará falta agregar agua o caldo, un baño que les permita


transitar por el infierno de la hornalla . . .”






“ Arroz con alcachofas ”  de María Teresa Andruetto




( Argentina / 1954 )







domingo, 15 de enero de 2012

Un árbol





  "Amo las horas de mi ser en sombras


en las que se ahondan mis sentidos;


en ellas he encontrado, como en antiguas cartas,


mi vida cotidiana ya vivida


como una leyenda lejana y trasnochada.






De ellas me llega la conciencia de poseer


una segunda, eterna y ancha, vida intemporal.


Y a veces soy como el árbol que,


maduro y rumoroso, por encima de una tumba,


cumple el ensueño que el difunto joven


( en torno al cual sus cálidas raíces se apretujan )


perdió en tristezas y canciones."





De "El libro de las horas"

de Rainer María Rilke ( Checoslovaco / 1875 – 1926 )




viernes, 13 de enero de 2012

Mar de Irlanda





"Cuando emprendas tu viaje hacia Ítaca

debes rogar que el viaje sea largo,

lleno de peripecias, lleno de experiencias.

No has de temer ni a los lestrigones ni a los cíclopes,

ni la cólera del airado Posidón.

Nunca tales monstruos hallarás en tu ruta

si tu pensamiento es elevado, si una exquisita

emoción penetra en tu alma y en tu cuerpo.

Los lestrigones y los cíclopes

y el feroz Posidón no podrán encontrarte

si tú no los llevas ya dentro, en tu alma,

si tu alma no los conjura ante ti.

Debes rogar que el viaje sea largo,

que sean muchos los días de verano

que te vean arribar con gozo, alegremente,

a puertos que tú antes ignorabas.

Que puedas detenerte en los mercados de Fenicia

y comprar unas bellas mercancías:

nácar y coral, ámbar y ébano

y toda clase de perfumes placenteros,

todos los perfumes placenteros que puedas.

Acude a muchas ciudades de Egipto

para aprender, y aprender de quienes saben.

Conserva siempre en tu alma la idea de Ítaca,

llegar allí: he aquí tu destino.

Mas no hagas con prisas tu camino;

mejor será que dure muchos años,

y que llegues ya viejo a la pequeña isla,

rico de cuanto habrás ganado en el camino.

No has de esperar que Ítaca te enriquezca:

Ítaca te ha concedido ya un hermoso viaje.

Sin ella jamás habrías partido,

mas no tiene otra cosa que ofrecerte.

Y si la encuentras pobre, Ítaca no te ha engañado.

Y siendo tan viejo y con tanta experiencia

sin duda sabrás ya qué significan las Ítacas."



Ítaca de

Konstantinos Kavafis ( Egipcio / 1863 – 1933 )







jueves, 5 de enero de 2012

Isla Martín García





“ Camino : franja de tierra por la que se va a pie.

La carretera se diferencia del camino no sólo porque por ella se va en auto,
sino porque no es más que una línea que une un punto con otro.
La carretera no tiene sentido en sí misma; el sentido sólo lo tienen
los dos puntos que une.

El camino es un elogio del espacio. Cada tramo del camino
tiene sentido en sí mismo y nos invita a detenernos.



Antes de que los caminos desaparecieran del paisaje,
desaparecieron del alma humana; el ser humano perdió
el deseo de andar, de caminar con sus propias piernas
y disfrutar de ello. Ya ni siquiera veía su vida como un camino,
sino como una carretera: una línea que va de un punto a otro,
del grado de capitán al grado de general; de la función de esposa
a la función de viuda. El tiempo de la vida se convirtió
en un simple obstáculo que hay que superar a velocidades
cada vez mayores.



El camino y la carretera son también dos concepciones diferentes de la belleza.
Cuando alguien dice que en tal o cual lugar hay un paisaje hermoso,
eso significa: si paras el auto verás un hermoso castillo del siglo XV
y junto a él un parque; o: hay allí un lago y, por su brillante superficie,
 que se extiende a lo lejos, navegan los cisnes.

En el mundo de las carreteras un paisaje hermoso significa:
una isla de belleza unida por una larga línea a otras islas de belleza.



En el mundo de los caminos la belleza es ininterrumpida
y constantemente cambiante;
a cada paso nos dice : ¡ detente ¡ "


Del libro  “ La inmortalidad ”  de  Milan Kundera

( Checoslovaco, nacionalizado francés / 1929 )