lunes, 30 de abril de 2012

Sombras





"Todas las cosas que hay sobre la tierra, absolutamente todas, 

tienen un 'sentido propio'. 

Cada piedra, cada brizna de hierba, cada flor, cada arbusto, 

cada animal crece, vive, actúa y siente 



únicamente de acuerdo con su 'sentido propio', 


y a esto se debe que el mundo sea bueno, hermoso y rico. 

El hecho de que haya flores y frutos, 

 robles y abedules, caballos y gallinas, hierro y estaño, oro y carbón, 

se debe exclusivamente a que la cosa más diminuta del universo 

tiene su 'sentido', lleva en sí misma su propia ley 

y obedece a esta ley con exactitud y precisión. 

Sólo hay sobre la tierra dos pobres y malditas criaturas 

que no pueden atender esta llamada eterna y ser, crecer, vivir y morir 

como les ordena su sentido innato. 

Solamente el hombre y sus animales domesticados 

están condenados a desoír la voz de la vida y el crecimiento 

y a seguir las leyes inventadas por los propios hombres, 

que incesantemente las contravienen y cambian. 

Y ahora viene lo más extraordinario: los pocos que han despreciado 

estas leyes arbitrarias para obedecer sus leyes propias y naturales han sido, 

al principio, condenados y apedreados, pero más tarde se les ha venerado 

para siempre como héroes y libertadores. La misma humanidad que elogia 

y califica de la más alta virtud la obediencia a sus leyes artificiales, 

coloca en el panteón de la eternidad precisamente a aquellos 

que se opusieron a sus exigencias y prefirieron perder la vida 

antes que ser infieles a su 'sentido de sí mismos'."






Hermann Hesse ( Alemán / 1877 - 1962 )





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