sábado, 21 de julio de 2012

Amanecer en el mar




"Aguja de navegar amores



Y si quieres navegar

toma, niña, la aguja

de marear.

Si no quieres que te hieran

olas que siempre se van

-- que van a reírse luego

los delfines al pasar –

Si no quieres ver ardiendo

tus ojos con tanta sal.

Para que no se haga añicos

tu barquilla en la alta mar.

Para que no te aficiones

cada noche a naufragar.

Toma, niña, la aguja

de marear."




Ángeles  Mora ( Española / 1952 )






jueves, 12 de julio de 2012

Buenos Aires





" Un abismo nos separa .

Yo estoy de un lado del abismo -- tu del otro --

No puedo verte ni oírte -- pero sé que estás allí --

Suelo llamarte por un nombre infantil

y finjo que el eco de mi grito es tu voz .

Cómo podemos franquear el abismo -- nunca hablándonos, tocándonos --

Antes pensaba que podríamos llenarlo con nuestras lágrimas ,

ahora quiero destrozarlo con nuestra risa."





Katherine Mansfield  ( Neozelandesa / 1888 - 1923 )







martes, 3 de julio de 2012

La Hoya






" No hay nadie

ya lo ves

no hay nada

y sin embargo

esto no es el silencio."




Ada Salas  ( Española /  1965 )






domingo, 1 de julio de 2012

Río de la Plata II




" Cuando volví en mí, Mozart estaba de nuevo a mi lado.

Hablamos un momento y me dijo: Usted , querido y estúpido amigo,

ha de hacerse cargo del humorismo de la vida,

del humor patibulario de esta vida y al mismo tiempo que me ofrecía

un cigarrillo, mágicamente sacado de su bolsillo, había dejado

de ser Mozart y era mi amigo Pablo. Grité: ¿Pablo, dónde estamos?

Estamos – sonrió - en mi teatro mágico, pero te confesaré que me has

decepcionado, has quebrado el humor de mi pequeño teatro y

has cometido una felonía, has andado pinchando con puñales y

has ensuciado nuestro bonito mundo alegórico con manchas

de realidad. Lo que hiciste fue por celos y a esta figura no la supiste

manejar, creí que habías aprendido mejor el juego. En fin,

podrá corregirse. Tomó a Armanda, la cual, entre sus dedos,

se convirtió en una figurita del juego y la guardó en el bolsillo.

Comprendí todo, a Pablo y a Mozart; estaban en mi bolsillo

las cien mil figuras del juego de la vida. Tenía el deseo de empezar

otra vez el juego, de gustar sus tormentos otra vez, de estremecerme

de nuevo y recorrer una y muchas veces más el infierno de mi interior.

Alguna vez llegaría a saber jugar mejor el juego de las figuras.

Alguna vez, yo también, aprendería a reír."





Hermann Hesse ( Alemán / 1877 – 1962 )